“Lo Que Vibra en Silencio"

Al final de todo, cuando el ruido se apaga y la piel ya no pide certezas, queda ese tipo de amor que no necesita ser explicado. Es un amor que llega sin golpear puertas, que se sienta en silencio junto a ti y te acompaña como si siempre hubiese sabido dónde encontrarte. No reclama espacio, porque ya lo habita. No promete quedarse, porque su presencia no se mide en tiempo, sino en intensidad callada. Es el amor que no busca cambiarte, sino sostenerte mientras tú te reconoces. A veces es apenas un gesto, una mirada tranquila, un silencio compartido sin incomodidad. Es ese amor que entiende que no todo debe arder para ser verdadero, que algunas llamas solo iluminan sin consumir. Y cuando lo sientes, sabes que nada falta. Que no hay exigencias, ni temores, ni contratos invisibles. Solo una paz profunda, como si la vida dijera: “Así está bien”. El susurro detrás del cristal Camila siempre cruzaba el mismo puente cada tarde. No...